domingo, 8 de noviembre de 2009

Curiosidad


Óscar Sipán nos lo cuenta en la contraportada: “El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define Tornaviaje como lo que se trae al regresar de un viaje. En los años que llevo escribiendo, de mis escapadas a los pueblos y rincones de Aragón, siempre he procurado volver con anécdotas o pequeñas historias olvidadas”.
Y después de leer "Tornaviajes" decidí tirar al contenedor de papel los libros de texto y memorizar la cita de Unamuno que Sipán nos recuerda: “No existe la Historia; sólo existen historias”.
"Tornaviajes" es un latigazo contra los tiempos modernos. Televisión y esperpento. Demasiada prisa y demasiado patinaje sobre hielo. Superficie y velocidad. A Óscar, sin embargo, le interesa todo lo que no se ve en el Telediario. La trastienda en lugar del escaparate. El tramoyista, el apuntador en lugar del actor principal.
Las almas inquietas son así. Apasionadas, vehementes, curiosas.
Supongo que todo proviene de la mirada. Del asombro. De encontrarse con un cuadro, un dibujo, una noticia en el periódico, un nombre en un libro.
Las almas curiosas son así. Se fijan en lo que a otros pasa desapercibido.
Descubrir el hecho, el dato que nos conmueva. Descubrir el personaje y querer saber más. Y empezar a bucear en un océano de papel. Convertirse en biógrafo accidental de ese hombre que está sentado en la segunda fila, el que sale en la foto detrás, alargando el cuello. Sin nombre junto a la estrella.
La anécdota tiene más fuerza que un mamotreto de quinientas páginas. La anécdota se recuerda mejor. Pesa menos y cabe en un bolsillo del pantalón.
"Tornaviajes" guarda “historias minúsculas o desconcertantes o secretas o importantes o enrevesadas”. Y de eso se trata.
Del primer intento de secuestro aéreo acaecido en Zaragoza el 7 de enero de 1970. De los “Endemoniados” en Jaca y brujas en Aragón. De los Spaghetti-western rodados en el Bajo Cinca y los Monegros y de nombrar a actores como Fernando Sancho uno de los grandes secundarios del cine español. De una historia subterránea del “Duende de Zaragoza”. Poltergeist aragonés y socarrón de 1934 y de un famoso vidente: Tomás Menés.
Pedro Ara Sarría, doctor en medicina y famoso embalsamador que recibió el encargo del general Perón de embalsamar el cuerpo de Evita.
Albert Einstein que disfrutaba de la soledad y decía “No tener talentos especiales, pero sí ser profundamente curioso”. El ladrón de arte Erik el belga y su expolio a la Roda de Isábena. Nieves Ruiz, maquilladora de estrellas de cine y que vive en Almonacid de la Sierra, pueblo de la comarca de Valdejalón.
Josephine Baker, famosa cantante y bailarina, que estuvo en Aragón en 1930 y regresó en 1973. Y que sirve para recordar a Raquel Meller que triunfó en el Paris de los locos años 20.
José Blasco, Santacana, representante de artistas famosos que terminó sus días trabajando de limpiabotas.
El pintor vibracionista Rafael Barradas, que residió en Luco de Jiloca (Teruel)
María Pilar Izuel, una de las primeras mujeres taxista de España y que era taxista en Canfranc y que llevó a un periodista ruso durante la Universiada de Jaca en 1981 a Francia para pedir asilo político.
Y el “Libro verde” un best-seller aragonés de 1507 envuelto en misterio, asesinatos y política, que era un libro prohibido que se divulgo por medio de copias secretas y fue perseguido por el Santo Oficio.
Notas a pie de página. Obituarios. Periódicos viejos. Programas de radio. Recuerdos. Personas. La rara virtud de saber escuchar.
Detrás de las grandes estrellas de cine, de esos nombres que salen en las enciclopedias, existen maquilladoras por las que nadie suspira sentado en la butaca del cine. Existen secundarios que sirvieron para recibir disparos y morir con mucho realismo. Películas que recibieron premios de la Academia de Hollywood rodadas en pueblos aragoneses escritos con letras pequeñas en los títulos de crédito.
Personas corrientes que podrían contarnos que aquel día, cuando aquella dama de leyenda, aquel premio Nobel o aquella artista mundialmente conocida estuvieron en Aragón, ellos estaban allí y pudieron verlos. Aquel día que una parte de la Historia pasó junto a ellos.
Óscar Sipán, “Tornaviajes”. Tropo Editores. Zaragoza, 2006. Ilustración de cubierta de Óscar Sanmartín.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estás que te sales... ¡cada dos días un libro!

olgamariaramos dijo...

Mi alerta de google "Raquel Meller", me deriva a su blog lo que me ha permitido descubrir a una persona interesante que se expresa muy bien, con mucha capacidad de síntesis y, sobre todo, con gran conocimiento.
Le pido autorización para incluir su link en mi blog "De Madrid al cuplé"
Afectuosamente

JALOZA dijo...

Vaya, ayer dejé un mensaje y no se ha grabado. No sé que decía pero era algo así como que me compraba el libro por lo bonito que lo contabas.

Y encima te sale una admiradora cupletista. ¡¡¡Esto es lo nuestro!!!