viernes, 26 de junio de 2009

Repitiendo tu nombre


En el vuelo,
en la palabra ajena descubro
la verdadera medida
de mi condición.
Descubro hoy, ridícula
a pleno sol, desnuda,
la sombra sin forma
el destino
de mi ambición.
Descubro también,
sobre su plena,
rotunda belleza,
el justo valor
de mi ciega codicia,
el asidero de este juego
que se torna frágil,
quebradizo engaño fabricado
en duermevelas, mudanzas,
líneas de carbón animal.
Encuentro
en la palabra propia
pirotecnia, flores marchitas, breves,
diminutos instantes de luz,
y es entonces,
al descubrirme,
al releer lo escrito,
cuando pienso en ellos,
cuando pienso en los verdaderos poetas,
en la rotunda, inapelable,
absoluta belleza de su palabra,
y es entonces,
al descubrirme,
al verme ante ellos grotesco,
impotente, incapaz de alcanzarles
cuando pienso
que mejor será quedarme aquí callado,
escondido, solo,
oculto en este rincón,
repitiendo una y otra vez
tu nombre,
repitiendo una y otra vez
tu nombre.

Poema de Jorge del Frago

Fotografía de “Oscura como la luz”.
http://www.flickr.com/photos/oscuracomolaluz/

2 comentarios:

JALOZA dijo...

Andaba perdido al comienzo de tu composición, luego lo vi claro. Interesante reflexión sobre la creación. Merece la pena que no te quedes en tu rincón y sigas al aire.

Nuevos temas hummm...

David Moreno dijo...

No calles, ni te escondas, sé valiente siempre e intenta jugar con las palabras en busca de esa combinación perfecta, de la estrofa ideal, del cuento que emocione hasta las piedras...

Un saludo indio